Íñigo Pérez (oriundo de Urrechu, lugar que da nombre a este restaurante) se ha consolidado como uno de los más sólidos referentes culinarios de la Comunidad de Madrid. Urrechu, abierto en 2002, ha saltado a la fama en los últimos años como destino gastronómico de las celebrities y futbolistas que viven en Pozuelo de Alarcón y alrededores. Sin embargo, su trayectoria de éxito se ha forjado a base de ofrecer una excelente cocina, con buenas materias primas, una cuidada atención al cliente, unos ibéricos (en especial el jamón, cortado a mano) de primera y un ambiente acogedor tanto para comidas formales como para tapeo.
Situado en el centro comercial El Zoco de Pozuelo (con aparcamiento gratuito durante dos horas), el local se divide en dos plantas: la de abajo aloja “El Lagar”, con una larga barra, decoración rústica y un reducido número de mesas con bancos, recordando una sidrería.
En la planta superior está el comedor principal y los reservados, e igualmente dispone de una pequeña pero acogedora terraza, todo ello ambientado de forma clásica, sin estridencias y preservando cierta intimidad gracias a la distancia entre mesas y a la existencia de varios paneles separadores.
La carta del restaurante se fundamenta en materias primas de calidad (carnes, verduras y pescados) y preparaciones impecables evolucionadas a partir de un recetario tradicional, para llegar a una concina de mercado sin concesiones. Platos entre 24 y 30 €, excelentes todos los que hemos probado: el solomillo de ternera, el medallón de buey, el lomo de ciervo, el cuello de lechazo confitado, las cocochas de merluza, la ensalada con ragout de cigala, o el rape con txangurro. Se acompañan del preceptivo aperitivo y a veces nos obsequian con una crema de melocotón con helado de yogourth antes de los postres.
El equipo de sala funciona como un reloj, a pesar de la inexperiencia palpable de varias camareras. Se nota la constante presencia del propietario en el día a día del restaurante, e igualmente es destacable el equipo de sumilleres, que aconsejan de entre la amplia carta de vinos.
En definitiva, un excelente restaurante, caro pero justificadamente afamado, en el que disfrutar de una buena comida o una velada con amigos.
Precio medio: 45€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 8/10
GastroTip: Para comidas de negocios, y para el aperitivo o el afterwork “rústico” entre semana. Un buen local en el que comer bien. Imprescindible el jamón cortado a mano.
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