sábado, 30 de junio de 2012

Brookei

Tras casi dos años de vida, Brookei (que toma su nombre del halcón maltés) sigue intentado consolidarse entre las alternativas gastronómicas madrileñas más chic, contando para lograrlo con algunos de los ingredientes clave como son un local bonito y moderno, un esmerado servicio y un propuesta culinaria "de mercado" atractiva. Aun cuando la calle de Espronceda, en pleno barrio de Chamberí, no sea de todos conocida, curiosamente en menos de doscientos metros existen tres restaurantes de distinto enfoque pero muy recomendables: el propio Brookei, Il Gusto (ver nuestro post) y Gala.
Desde el punto de vista estético, el local resulta bonito y elegante, decorado con buen gusto y sin alardes decorativos estridentes: mesas perfectamente vestidas acogidas entre sillas enteladas y un largo sofá adosado a una de las paredes; moqueta en el suelo para amortiguar los posibles ruidos; tonos grises en general contrastan con las listas en blanco y negro de la pared secundaria y del techo; largas lámparas colgantes en tonos dorados y con flecos; cuadros de pintores noveles –a la venta. Todo ello acompañado de una suave música de fondo que favorece una velada íntima y una conversación sosegada. Quizá podría atenuarse un poco la iluminación.
Brookei, de los mismos propietarios que El Negro de Anglona, apuesta por una cocina de mercado con algunas propuestas diferenciales e interesantes respecto a las que nos solemos encontrar, así como claras referencias a la gastronomía peruana, tales como las ostras en tempura con ají amarillo, los anticuchos macerados con batata, los langostinos tigre en tempura con mostaza –que probamos con deleite- y el ceviche de corvina. De entre los entrantes nos quedamos con las croquetas de choco con alioli, algo fuertes pero muy ricas. La carta presentaba otras opciones atractivas como el tataki de presa, el kefta de cordero y como delicatessen los pimientos de “cristal” de Navarra.
Como platos principales probamos el arroz meloso de pato con escalope de foie a la plancha, sabroso pero excesivamente “contundente”, y la hamburguesa de “buey buey”, muy recomendable; para próximas visitas dejamos otras propuestas como la raya a la plancha, la falsa lasaña de pato, el lomo de vaca (al parecer, plato estrella de la casa) y el steak tartare de toro de lidia. Quedamos saciados y no probamos los postres. Alternativamente, existe un menú degustación compuesto por seis platos (por 39,5€ con agua y vino), que puede resultar interesante.
Pese a estas buenas credenciales, Brookei no está siendo inmune a la crisis y en nuestra última visita había pocas mesas ocupadas. Consideramos que es un restaurante recomendable y esperamos que recupere el éxito de público que tuvo en sus primeros meses de vida.

Precio medio: 25€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 7’5/10.
GastroTip: para comidas íntimas o celebraciones especiales y, por ello, más para parejas o reducidos grupos de amigos.

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