jueves, 19 de julio de 2012

La Tulipe: terraza en verano, bistrôt en invierno

En la calle de Serrano esquina con Diego de León, ocupando el antiguo local de La Brasserie de Lista (coqueto restaurante muy popular en los 90), está La Tulipe, de los mismos propietarios que Whitby (restaurante chic y económico de gran éxito, al que dedicábamos un post hace unos meses) y Makkila (cafetería / bar con encanto). Desde su apertura, La Tulipe ha aprovechado -con gran visión de negocio- la temporada de terrazas gracias a la gran superficie que ocupa en la acera, frente a la embajada de Estados Unidos. Y ello a pesar de la competencia gastronómica que hay en las proximidades, con un sinfín de terrazas hasta la calle de María de Molina: Hevia, 5 Jotas, José Luis, Greener Café, Sushiwakka… o el recién inaugurado Bam-Bou, que visitaremos en breve. Los fines de semana, además, hay un DJ que ameniza las veladas y permite que la zona de barra en el interior del local siga llena hasta la madrugada.
 Sala| Restaurante La Tulipe Serrano 110 Madrid
Este gran zaguán decorado en tonos beige y grises, con lámparas vintage y mesas altas acompañando a la barra que lo circunda, da paso a los dos salones, muy diferentes entre sí: el primero de ellos rectangular, en color verde oscuro con espejos y otros muebles antiguos. Las mesas se distribuyen en dos hileras, a izquierda y derecha, dejando un pasillo central; la mayor parte son cuadrangulares y de madera (acomodadas a lo largo de un sofá que recorre la pared), pero hay algunas redondas que están vestidas en tejido de “cuero ártico” color arena claro. El ambiente trata de recordar a un antiguo bistrot francés y por ello se ha cuidado mucho la estética del restaurante. Tras pasar por delante de la entrada a la cocina se accede al segundo comedor, más informal y moderno, decorado en tonos beige, arena y bermellón, con mesas cuadradas más pequeñas y un collage colgado en la pared del fondo. El resultado de toda esta combinación de estilos es muy acertado: resulta chic  pero no recargado.
La cocina que ofrece La Tulipe es eminentemente francesa (crepes a 8 euros de media, quiches, tostas, foie, quesos y embutidos franceses, huevos poché o benedict, coquilles, mejillones) combinada con los platos de carne a la brasa propios de una brasserie, y los postres más “comerciales” de la gastronomía gala (crêpes, crème brûlée, tatin de manzana a 6 euros). Es en este punto donde el restaurante debe mejorar, pues si bien los precios son comedidos y las recetas probablemente son muy sabrosas y están muy optimizadas, la ejecución de los platos deja que desear en algunos casos: se nota el abuso de cocciones rápidas y platos cocinados previamente que son recalentados para acelerar los tiempos en los turnos en los que el restaurante está lleno. Dicho esto, todo lo que probamos fue de nuestro agrado, pero gastronomicamente está por debajo de su hermano mayor, Whitby.
El servicio es amable y correcto: joven pero bien dirigido para evitar pequeños errores por la inexperiencia de ciertos camareros.
El ambiente es moderno, elegante pero informal, con clientela en general joven y un tanto pija que suele llenar el restaurante de jueves a sábado, por lo que conviene reservar con antelación. Ofrece un menú de 16 euros al mediodía y brunch los domingos.

Precio medio: 25 euros por persona, incrementado en el 10% en la terraza.
Nuestra valoración general: 7/10
GastroTip: A medio camino entre “gastro-bar” y bristrot – y local de copas chic los fines de semana tras la cena. Comida informal y económica en ambiente moderno.

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