miércoles, 12 de diciembre de 2012

Du Liban. Sabores de Oriente Próximo


Acabamos de descubrir una de las últimas novedades gastronómicas de este otoño: el restaurante du Liban, situado en el local donde anteriormente estuvo Hakkasan, en la plaza de la Estafeta de La Moraleja. En línea con su nombre, ofrece cocina libanesa -muy poco representada en Madrid- y nuestra primera impresión ha sido excelente, tanto por el elegante estilo del local, como por la riqueza culinaria de su propuesta, con raíces turcas y árabes e influencias francesas. Aunque no es una cocina para un público generalista, nos han encantado sus sabores, con profusión en el uso de especias, hierbas aromáticas y elaboraciones sobre parrilla, así como cereales, yogures, berenjenas, tomates y frutos secos. 
Estética muy acertada en un amplio local, con techos altos, tonos muy suaves mayoritariamente beige, paredes estucadas, lámparas y espejos típicamente árabes pero dispuestos con gusto y generando un estilo decorativo muy sutil. Algunos arcos ojivales, el precioso frontal bajo el que se acomoda la barra y una suave música, completan un conjunto de gran elegancia y encanto. Dispone de una terraza muy bonita, tanto la zona destinada a comedor, como donde se sitúa la barra y unas mesas altas para tomar copas, con una bonita fuente de estilo árabe; le auguramos un gran éxito en los meses estivales, en clara competencia con Aspen Bar.
La carta tiene las típicas especialidades de la cocina libanesa, con la posibilidad de compartirlas en formato raciones o mezzes (entrantes) al centro. Comenzamos compartiendo el típico hommous (puré de garabanzos) -exquisito y con muy buena presentación, el falafel (bolitas crujientes de garbanzos), también muy ricas, el _kibbeh, (plato nacional del Líbano, a base de una mezcla de carne de cordero muy picada y con piñones) y el fattayer jebne (una especie de mini pizzas de queso, que posiblemente no repetiríamos…). Otros entrantes que incluye la carta, son el tabbouleh (ensalada de perejil picado, tomate, cebolla y trigo), fattoush (a base de lechuga, tomate, pepino, rabanitos, cebolla y menta), labaneh (yogourth cremoso con menta), la moussaka libanesa y las empanadillas de hojaldre casero (con cordero o espinacas).
A continuación se suele seguir un plato principal de carne, generalmente cordero, o pescado, acompañados de arroz o alguna de las anteriores ensaladas. Optamos por la parrillada mixta, con cordero, ternera y pollo sobre pan de pita con chile (picante) y crema de ajo y arroz de acompañamiento. La carta ofrece shawarma de pollo o ternera (clásico sándwich de pita libanés) y diferentes opciones de brocheta que probaremos en próximas visitas. Terminamos con un postre, la baklawa, que son unos pastelitos a base de nueces y bañados en miel, muy ricos aunque muy dulces como suele ser típico en esta gastronomía. Otros postres apetecibles sobre el papel son la tarta de queso caliente o el puding de leche. Para facilitar la digestión nos obsequiaron con un vaso de arak, bebida típica libanesa con alcohol y a base de uva destilada. Asimismo, la carta ofrece diversos tipos de té (de sandía, pera, manzana…) y una amplia variedad de cócteles.
En resumen, un restaurante totalmente recomendable, con sabores diferentes y muy apetecibles y una presentación de los platos igualmente acertada. Además, ofrece una alternativa gastronómica diferencial en una zona con numerosos restaurantes de cierto nivel.
El servicio muy atento y profesional, aunque con algunos pequeños desajustes, lógicos dada la reciente apertura.
Precio medio: 30€ por persona, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 7,5 sobre 10
GastroTip: recomendamos probar el tradicional pan árabe, servido caliente, muy rico. Para celebraciones especiales en pareja, pero también para reuniones de grupos reducidos, compartiendo varios mezzes. La relación calidad precio es muy razonable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario