El pasado mes de septiembre
se inauguró El Patio del Fisgón en
la calle de Don Ramón de la Cruz en el barrio de Salamanca. El restaurante se
presenta como un bistró puesto al día con opciones de comida informal -pero
bien elaborada- y con un llamativo cobertizo cerrado y habilitado como comedor
principal en el cual se puede cenar al más puro estilo parisino. Está
cosechando un gran éxito debido a su fórmula, integrada por una cocina rica
pero sin complicaciones, un ambiente joven y moderno, unos precios comedidos y
un envoltorio estético muy cuidado y original.
Tras una discreta
fachada con varios ventanales en los que se indica “bistro” (que en su acepción
literal quiere decir “restaurante francés modesto”), accedemos a un local
peculiar pero encantador: un primer salón con una barra central en torno a la
cual hay mesas altas con taburetes, donde no se admiten reservas. Esta sala
está decorada de forma clásica-chic,
con una mezcla muy lograda de pequeñas piezas antiguas (apliques, cuadros de
partituras) y contemporáneas (por ejemplo, la versión moderna de una “menina”), todo ello en un entorno cromático blanco, beige y gris. Al fondo está el comedor
principal, ganado al patio del edificio y que se asemeja a una cochera o
cobertizo plenamente habilitado para cenar o tomar una copa (posee una barra
independiente), con las clásicas mesitas redondas. En verano basta con abrir
las puertas de esta estancia para disfrutar de una comida –casi- al aire libre.
La estética se ha cuidado hasta el último detalle: las lámparas, la chimenea… Lo
que más llama la atención es que la pared del fondo alberga un espectacular
jardín vertical, dando un toque muy fresco y chic al conjunto. Para concluir la descripción diremos que en el
sótano merece la pena igualmente la visita al baño, muy preciosista en un
estilo provenzal moderno.
Desde el
punto de vista gastronómico, la cocina es de mercado pero de estilo urbano (rica
pero con elaboraciones simplificadas). En consonancia, la carta es variada, no
muy amplia, buscando satisfacer a todos los gustos: ensaladas,
palitos de pollo empanados, escalope milanesa, pizzetas de varios tipos, sandwiches, hamburguesa,
etc. Nosotros tomamos rollitos de pato
(exquisitos), arroz cremoso y un aromático revuelto de trufa y, para
terminar, el “vasito fisgón”, que es una tarta de queso casera –al igual que el
resto de postres- servida en un tarrito
de cristal.
El Patio del Fisgón completa su oferta
con un brunch el domingo a un precio
de 21 euros.
Por último, destacar que el personal es muy atento y eficiente… Siempre se agradece que atiendan con amabilidad aun no siendo un restaurante
de alto copete.
Nuestra
valoración general: 7/10.
Precio
medio: 20€ por
persona, bebidas aparte.
GastroTip: uno de los restaurantes “sociales” de moda. En invierno conviene ir
abrigado si se reserva en el patio.
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