lunes, 1 de septiembre de 2014

DSTAgE. De vuelta con la cocina vanguardista...

El pasado mes de julio abrió sus puertas DSTAgE, la nueva propuesta gastronómica de Diego Guerrero, anteriormente premiado con dos estrellas Michelin como chef del restaurante El Club Allard (ver post). El nombre del restaurante nos resulta un tanto excéntrico pues responde a las siglas de "Days to Smell Taste Amaze Grow & Enjoy".... El local está situado en el barrio de las Salesas y presenta una decoración moderna con estilo neoyorquino (nos recordó al restaurante Lamucca -ver post): paredes en ladrillo visto y pegotes de hormigón, tuberías de ventilación visibles en el techo y lámparas metálicas; mesas de madera sin mantel. Este aire calculadamente informal nos genera ciertas dudas puesto en contexto con la altura de la cocina a que aspira DSTAgE y la tipología de clientes dispuestos a pagar el precio final de la cuenta...

La carta difiere de la que ofrecía en El Club Allard excepto en algunos platos que ahora comentaremos, habiendo incorporado guiños mexicanos y orientales. El cliente puede optar entre dos menús: ‘DTASTE’, con 10 platos por 88 euros y ‘DSTAgE’ con 13 por 118 euros. Nosotros elegimos por el primero. 
Resulta curiosa la puesta en escena dado que al llegar hacen pasar al comensal a una especie de salón con una barra donde ofrecen los primeros aperitivos que, en este caso, fueron bocabits de ternera con salsa cajún y una zamburiña con bloody mary presentada en una caja de mariscos humeante. De allí se pasa a la zona de cocina donde desde una barra sirven una chelada mexicana acompañada de un sandwich de sandía helada. Ya en la mesa comenzamos con hígado de pichón envuelto en remolacha con forma de corazón y seguimos con un mochi de huitlacoche, bien ambos platos. Continuamos con la torrija de pan tumaca con sardina ahumada y dos de los platos que Diego Guerrero mantiene de su etapa anterior: los ravioli de alubias de Tolosa y el huevo con pan y panceta sobre crema ligera de patata, muy ricos todos. Pasamos a las carnes con la castañuela braseada en hoja de higuera con curry de coco -nos gustó mucho esa parte del cerdo que desconocíamos- y la paletilla de cordero lechal con crumble de tandoori y finalizamos con los pescados, en concreto bonito del norte con marinada coreana y verduras, muy apetecible. Como colofón dos postres: en "Copiándome a mí mismo" crea una nueva versión de su conocido postre "la pecera", con un paisaje en la tierra en lugar de en el mar y un caracol en lugar de un pez. Finalizamos con el otro postre denominado "Ajo morado", divertido más que rico...

El servicio, muy ágil y atento, explicando los platos con detalle y preocupándose en cada momento por que todo estuviese correcto. 
Diego Guerrero nos ha recordado su etapa previa en algunos platos con los habituales trampantojos pero esperábamos un poco más; sigue siendo cocina de alto nivel pero no alcanza la creatividad en la presentación que tanto nos sorprendió en El Club Allard. 

Nuestra valoración general: 8,5 sobre 10
Precio medio por persona: dependerá del menú por el que se opte, oscilando entre 88€ y 118€, bebidas aparte.
GastroTip: para foodies y para celebraciones especiales pero informales; no para familias ni comidas de negocios.

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