sábado, 27 de diciembre de 2014

Álbora. ¿Premio a la perseverancia?

Conocemos Álbora desde su apertura, hace poco más de dos años, como prolongación (mejorada) del proyecto gastronómico iniciado bajo el nombre de Sula. En aquel momento se reforzó el servicio de sala y la dirección de la cocina con personal de gran experiencia para reimpulsar el negocio y conseguir ese éxito que no terminó de alcanzar Sula. Recientemente el restaurante Álbora ha sido premiado nada menos que con una estrella Michelin y dos soles Repsol, lo que le encumbra a una liga superior en el universo gastronómico.
Desde el punto de vista estético se mantiene la renovación ya realizada anteriormente y que comentamos en nuestro post previo de este restaurante, con una zona gastrobar en la planta de acceso desde la calle, con barra y mesas altas -aunque también algunas bajas al fondo- propicia para tapeo y copas, con decoración en tonos claros y muy iluminada como en general todo el restaurante (a nuestro juicio, en exceso), que le confieren un aire moderno. En la planta superior una docena escasa de mesas, razonablemente espaciadas, con decoración sobria a base de listones de madera en paredes y, en uno de los comedores, grandes ventanales con vistas a la calle de Jorge Juan.
La carta ha cambiado sustancialmente desde nuestra visita anterior: se han eliminado algunos de los platos que cuestionábamos en aquel post (excesiva casquería, bacalao como casi único pescado…). Así, ahora entre los pescados ofrecen merluza, rodaballo, lubina, tallarines de calamar y entre las carnes: manitas de cerdo, lomo de ciervo, rabo de buey estofado y carrillera de ternera. Disponen de un menú degustación largo y otro corto, optando nosotros por este último. Empezamos con una pequeña tapa a base de sardina, parmesano y sopa de melón e hinojo y continuamos con el huevo asado de caserío con consomé de garbanzo y bacalao. Bien ambos platos, especialmente este último. Seguimos con el lomo de merluza asada y después con la carrillera de ternera asada con terrina de patata y bacon, sabrosos y bien presentados. Para finalizar, dos postres: torrija caramelizada con crema helada de anís y gelatina de café con pistacho. Mejor el primero… con diferencia. El menú largo tiene los dos mismos entrantes pero le siguen tres pescados y dos carnes.
Ciertamente ha sido la vez que más nos ha gustado la comida de todas las que hemos ido a Álbora, con platos bien presentados y una carta atractiva, especialmente el menú degustación con un precio a la vez muy razonable. Sin embargo, esperábamos algo más de un restaurante premiado con una estrella Michelin. Por ejemplo, en la recepción y puesta en escena general (tardaron mucho en traer el aperitivo, la mesa quedó manchada por varias gotas de vino  tras varios servicios, los arreglos florales de las mesas a base de una especie de alcachofa dentro de una pequeña bolsa de plástico...).

Precio medio: 48€ por persona el menú degustación corto y 69€ el largo. En ambos casos, bebidas aparte.
Nuestra valoración general: 8/10
GastroTip: no descartamos que sea recomendable  la opción de la barra, con atractivos pinchos y tapas, a precios proporcionalmente más moderados y público más joven e informal. No tiene aparcacoches.

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