Tampu. El vertical ascenso de la cocina peruana.

El auge de la cocina peruana no es un fenómeno novedoso, con dos de sus restaurantes (Central y Maido) en el Top 10 mundial -ver lista-; en España esta progresión es igualmente exponencial, no solo en calidad sino en número de adeptos, siendo cada vez más habitual que esta cocina sea una opción entre los aficionados gastronómicos. Hasta hace unos 10 años básicamente solo conocíamos a Gastón Acurio y su restaurante Astrid&Gaston (hoy en día presente con Yakumanka en Barcelona) entre los más afamados y, sin embargo, actualmente tanto la cocina andina "pura" como la nikkei (fusión japo-peruana) están cada vez más presentes, con continuas incorporaciones: Kena -ver post-, Ronda 14 -ver post-, Kion Sui…

Tampu no es un recién llegado, lleva casi once años en Madrid, aunque solo unos meses en su actual ubicación en la calle Prim. Liderado por el chef Miguel Valdiviezo, que comenzó en España con el Inti de Oro, uno de los primeros negocios de cocina peruana que se asentaron en Madrid. El local ofrece una estética bonita y agradable, con la barra a la entrada, seguida de un espacio con una larga mesa en forma de “L” y después un salón alargado, decorado en tonos dorados con varas de mimbre y unos reservados, con rasgos de cabaña, realmente atractivos.

La carta recoge una amplia muestra de la cocina peruana más representativa: probamos los tequeños de pollo acompañados de una salsa de miel de maracuyá; seguimos con la “bombita”, una especie de albóndiga de arroz con pato y, a continuación, con el tiradito “Tampu” de corvina y crema de leche de tigre, muy bueno... Terminamos con el ají de gallina sobre patata, con crujiente de parmesano y huevo de codorniz (especialmente rico). En esta ocasión no probamos los ceviches.

El servicio fue muy amable en todo momento. Nos ha encantado este cuidado local, su esmerada cocina peruana y la excelente relación calidad precio.

Nuestra valoración Gastrochic: 8 / 10.

Precio medio: 25€ por persona, bebidas aparte.

Gastrotip: para comidas o cenas en pareja o con amigos. Merece la pena probar uno de sus clásicos pisco sour.